ARTICULOS

Hace unos días se dio a conocer una estadística internacional que nos muestra muy mal en materia de educación y el ministro Tedesco dijo que eso no era novedad. La aseveración no lo libera de responsabilidades. Agregó algo que es verdad: los frutos de la educación se ven con el tiempo.
¿Acaso usted no ve como marcha la educación hoy? Mal. Sin clases, con escuelas cerradas, con problemas de todo tipo que no se supieron resolver y sin el nivel que es deseable para nuestros hijos. Usted, Tedesco, era el segundo al mando en la gestión de Filmus. Ahora es el ministro. ¿Será más de lo mismo? Si es así es mejor que ya renuncie. Esto está pésimo. Necesitamos un cambio muy profundo y gente con coraje para encararlos. Algo más que un funcionario.
Los chicos no leen porque sus padres no les compran libros o éstos son muy caros. Abarátelos y leerán padres e hijos. No estudian porque no se les exige hacerlo, los ídolos no estudian y el nivel educativo es mínimo. Se nivela para abajo y no se compite. Volvamos al esfuerzo, la honestidad, la idoneidad, el deseo de saber. No piensan. ¿Para qué pensar cuando se frustra a los mejores por el acomodo, el poder económico o la chupada de medias? No tienen formación, eso que sí teníamos en nuestra generación.
La televisión ya no es formativa, los programas son para levantar el rating. Es la ecuación rating-dinero a ultranza. Los docentes no son buenos, no están bien preparados, están devaluados económicamente, socialmente y hacen lo que pueden con lo que tienen. Alumnos mal comidos, mal vestidos y sin predisposición al estudio. Padres que subvaloran a esos docentes.
Usted y su antecesor son muy buenos escritores. ¿Quién no admira su trabajo bibliográfico y el del ex candidato a intendente de Buenos Aires? Pero a veces cosas simples resuelven problemas complejos. ¿No se le ocurrió hablar con alguna vieja maestra con vocación docente? Le daría respuestas sorprendentes ¿Le esta permitido eso a un ministro? Por las dudas yo le digo lo que pienso como maestro casi jubilado después de haber trabajado con mucha alegría durante más de 25 años. Si estuviera en su cargo, echaría todos o la mayoría de los asesores y esa plata la dedicaría a la instrucción primaría y técnica. Haría un concurso limpio para los cargos de inspector jefe y no los ubicaría a dedo político. Escucharía a los gremios docentes no sólo cuando reclaman por el salario y amenazan con paros. Sacaría a los funcionarios que no son genuinos defensores de la escuela pública (y hasta mandan a sus hijos a la escuela privada). En cierta forma volvería al esquema original del escalonamiento escolar: primaria 7 años, secundario 5 años y las ramas técnica, comercial, agraria, magisterio, etc. A usted no le fue mal con ese esquema y cuanta plata ahorró el país. Implementaría un plan de entrenamiento mental urgente en todas las escuelas y si el ingenio criollo no basta para encauzar la educación recurriría, como hizo Sarmiento, a los países más avanzados en el tema. Todo esto y mucho más, pero para hoy... no para mañana. Así pasara usted a la historia grande de la Argentina y no será un funcionario más.

No hay comentarios: